Vacaciones escolares: ¿Cómo regular las emociones de los niños que no se adaptan a la presencialidad?

La vuelta a la presencialidad fue indispensable para iniciar el cierre de las brechas de aprendizaje del país; sin embargo, este retorno enfrenta retos importantes, especialmente para los más pequeños, a quienes les está costando un poco más adaptarse a un sistema que, en muchos casos, enfrentan por primera vez tras dos años de confinamiento.

Algunos niños vienen presentando poca tolerancia a la frustración y no son capaces de solucionar problemas con los compañeros de manera asertiva. Para ayudarlos es necesario que las familias y la comunidad educativa reconozcan que la autorregulación tiene un rol trascendental en la vida personal, escolar y profesional de una persona, además de tener una relación directa con la salud mental y física.

“Muchos niños y niñas han participado en pocos eventos de socialización, han enfrentado sólo las rutinas del hogar y eso hace que en algunos casos presenten retrocesos en algunas habilidades que ya dominaban”, explica Kelly Ramos, psicóloga de los grados de inicial y primaria en Innova Schools. “La sobreprotección o un exceso de permisividad tienen impacto en la capacidad de interacción de los niños y sus procesos de aprendizaje”, resalta.

Durante estas vacaciones los padres pueden fomentar desde casa actividades, rutinas y dinámicas que contribuyan a fortalecer la autonomía de sus hijos y mejoren sus capacidades sociales y los ayuden a volver mejor preparados al segundo semestre del año escolar.

 

Aquí 5 consejos puntuales

El ejemplo es el principal maestro: nuestras reacciones frente a situaciones cotidianas y cómo enfrentamos el estrés es modelo para nuestros hijos.  ¿Somos pacientes o amables? ¿Nos ofuscamos o levantamos la voz con facilidad?

Calidez y estructura: nuestros hijos necesitan sentir nuestro apoyo, amor y respeto constantemente; así mismo necesitan información y directrices claras sobre el comportamiento adecuado y lo que esperamos de ellos.

Autonomía: fomente que sus hijos tengan responsabilidades en el hogar de acuerdo con su edad. Permita que las desarrollen de manera autónoma y felicite su labor, aunque no sea “perfecta”.

Ejercicio: aprovechen las vacaciones para practicar ejercicio al aire libre; el ejercicio fomenta valores como el trabajo en equipo, la tolerancia y sobre todo aprender que ganar y perder forma parte de la vida diaria.

Colaboración escuela y familia: es recomendable que se establezca una comunicación fluida con el tutor o la tutora a cargo de la educación de sus hijos. Esto va a ser importante para monitorear su progreso y para tener una mirada profesional sobre las causas de posibles conductas que puedan estar replicándose tanto en casa como en la escuela

 

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